El padre Castilla nos dice: el primer convento que el padre Francisco Solano, como tal custodio, visitó fue el de la ciudad de Esteco, nombrado Nuestra Señora de Talavera. Y vivió este testigo en su compañía cuatro meses, poco más o menos, las celdas juntas, que sólo había por medio un tabique. Vio y oyó que todas las noches el padre Solano las pasaba en oración, contemplación y disciplinas, que caían sobre su cuerpo tan flaco y debilitado.
-Tomado de: “El apóstol de América: San Francisco Solano”. L. Plandolit. Diputación Provincial de Córdoba, 2010.
-Imagen: entrada a la ciudad de Nuestra Señora de Talavera. Cortesía de elquebrachal.com